Como estamos de celebración, la de hoy es una receta para celebrar la vida, el amor a las mamás y al trabajo. Y qué mejor manera de hacerlo que con algo que te dulcifique los sentidos y el alma. Y si además está cargado de nutrientes maravillosos para tus células… pues no sé si se puede pedir más. ¡Ummm! ¿Que te lo prepare alguien a quién amas? 😉
Ingredientes
- 3 tazas de manteca de cacao, finamente rallado
- 3 cucharadas de aceite de coco
- 1/2 taza de miel cruda
- 2 ½ tazas de cacao en polvo
- 3 cucharaditas de azúcar de coco
- 2/3 taza de chips de coco
- 1/4 taza de bayas de goji
- 1 taza de frutos secos (nueces, anacardos, almendras…)
- 1/4 taza de semillas de cáñamo
- 2 cucharaditas de polvo de vainilla
- 1/2 taza de pasas
- Una pizca de sal del Himalaya
Instrucciones
- Después de rallar la manteca de cacao lo más finamente posible, colócala en una cacerola para fundirla al baño maría. Cuando esté líquida la retiras del fuego. Es importante que la temperatura no suba de los 48ºC, así que si no tienes termómetro de inmersión, en cuanto se haya derretido la mitad o algo más, retírala del fuego y espera a que se vaya derritiendo mientras revuelves.
- Mezcla la miel, el azúcar de coco, la vainilla y la sal con la manteca de cacao derretida.
- Tamiza el cacao en polvo e incorpóralo a la crema obtenida, asegurándote de que no queden grumos. Deja enfriar el chocolate durante media hora más o menos.
- Pica los frutos secos e incorpóralos, junto con el resto de los ingredientes, a la mezcla de chocolate, revolviendo bien hasta que queden perfectamente combinados.
- Cubra una bandeja para hornear con papel de hornear y vierta sobre él el chocolate, extendiendo para formar una tableta plana y delgada.
- Coloque en el refrigerador durante unas horas o toda la noche. Lo puedes romper en trozos para servir.
Nota: Si no te gustan los tropezones, puedes preparar la misma receta sin ellos y si no tienes manteca de cacao, tranquilo, no te has quedado sin chocolate 😉 , puedes hacerlo solo con aceite de coco, la única precaución que debes tener es la de guardarlo siempre en la nevera hasta el momento de consumirlo (siempre que quede algo que guardar 🙂 ).
Y ahora a disfrutar del chocolate y de la vida
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